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Somos arte

Por: Carla Gallardo
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¿El dolor es bueno para los artistas?

 

El dolor siempre ha sido parte de nuestras vidas desde muy pequeños hasta la más avanzada edad. Es parte de nuestro crecimiento físico, emocional y hasta espiritual, logrando las peores tragedias vividas y las más importantes enseñanzas.

Muchas personas tratan de sacar sus dolencias a través de distintas formas entre ellas lo artístico, existen millones de creaciones; literarias, musicales, de pintura entre otras ramas en donde el dolor es fundamental para su elaboración y expresión.

Pinturas conocidas como “La expulsión de Adán y Eva del Paraíso” de Masaccio o “La columna rota” de Frida Kahlo expresan una historia en donde el dolor es protagonista.

El arte está fuertemente vinculado con los procesos de sanación también, incluido en terapias por ejemplo. Hay estudios que afirman que el arte afecta a nuestro sistema nervioso autónomo al igual que el equilibrio hormonal, produciendo un cambio en la actitud y la percepción del dolor. Este mismo nos ayuda a poder comunicarnos de distintas maneras, sacar lo que se lleva dentro de una manera positiva y creativa, una forma inteligente.

En un reportaje de EL PAÍS donde se habla del artista Roger van der Weyden, su creadora Ángeles García escribe que el dolor también puede ser bello, y es que este artista pintó obras magnificas llenas de penumbras y tristezas, aún con esos sentimientos su arte luce elegante, sutíl y maravilloso de apreciar.

Aquí es donde recalco, el dolor es importante, es magnífico y desgarrador, es tan horrible y a la vez tan hermoso y necesario. ¿Cómo un sentimiento puede generar tanto cosas negativas como positivas? Personalmente siempre me lo he cuestionado, me sigue pareciendo fascinante. Me recuerda al amor, nos hace vivir y sentir en la cima pero también lastima y corrompe. Creo que de igual manera estos dos están totalmente ligados.

Indagando un poco en enfermedades y adicciones de artistas que ya han fallecido pero dejaron un legado a su paso, se encuentra también la importancia de esos sucesos para sus creaciones, es decir si el artista fulano de tal no hubiese tenido esquizofrenia o drogadicción no habría podido crear tales obras magnificas (por dar un ejemplo) y suena rudo, suena hasta insensible, pero a su vez no. Necesitamos esos estímulos a veces, esos problemas para poder ver más allá, para servir de ejemplo, para poder ser artistas.

"El objetivo final del arte es mostrar los tejidos internos del alma".

Manuel Viola

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