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Somos arte

 

Cerdos y Peces; un lugar donde la expresión quemaba.

 

¿Te imaginas tener la libertad de escribir y leer sobre cualquier tema de la sociedad; arte, sexo, drogas y todo lo relacionado, en la época de los 80´s?

Así sucedió en 1983 en Argentina, cuando nació la revista “Cerdos y Peces” por Enrique Symns que inicialmente comenzó como una sección cultural de la “Revista el Porteño”.

Si hablamos de cultura, nos adentramos a miles de ramas que la conforman con un sinfín de historias y expresiones en todo el mundo. Aunque ésta revista explotó en la Argentina, se dio a conocer en otros lugares ya que era demasiado llamativa y explícita. Fue el grito de los jóvenes, deseos más oscuros, su verdad y realidad.

 

Portadas con imágenes de desnudos, armas y drogadicción. Todo lo que es considerado un tabú lanzado con fuerza a la sociedad. ¿Cuál es el arte de la terrible libertad de expresión? Las personas estaban siendo escuchadas, leídas y observadas. El rock estaba en su apogeo apoyando esa cultura oculta que estaba siendo desvestida por medio del periodismo y los medios masivos. Groserías y temas profundos, al grado de la suciedad. Juventud eterna. Una nueva era sin duda.

 

La revista se despidió en 1998 y en el 2004 se relanzó pero solo logró dos números. Actualmente con el internet podemos acceder a prácticamente todo, ya no nos asombramos tan fácilmente sobre lo que pasa alrededor, sin duda las masas vivimos en lo que fue la era de Cerdos y Peces, lo que ayer fue publicado en una revista en donde muchos grupos sociales se hacían parte de ella para pertenecer y defender su comunidad, hoy lo tenemos abiertamente para todos sin necesidad de querer formar parte como tal. La expresión sigue en pie, nunca termina, y a mi parecer el poder oponerse a un status, el expresar ideas, informar sobre lo raros que podemos ser, es una creatividad.

Estamos conformados, no sólo por un cuerpo y una mente, dentro de nosotros hay una calamidad de cosas que nos forman y que también deben ser escuchadas. Uno mismo es una obra, somos perfectamente imperfectos. Nuestro presente está evolucionado y somos parte de muchas nuevas ideologías. ¿Qué pasaría si creáramos una nueva forma de expresión sin censura como lo fue en aquella época? ¿Tendríamos éxito? No perderíamos mucho al intentarlo.

Por: Carla Gallardo
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